SOBRE LA ENSEÑANZA DEL PSICOANÁLISIS
para la orientación vocacional y profesional
La
cuestión de si conviene o no enseñar el psicoanálisis en la Universidad puede
ser abordada desde dos puntos de vista: el del análisis mismo y el de la
Universidad.
1) Es indudable que la incorporación del
psicoanálisis a la enseñanza universitaria significaría una satisfacción moral
para todo psicoanalista, pero no es menos evidente que éste puede, por su
parte, prescindir de la Universidad sin menoscabo alguno para su formación. En
efecto, la orientación teórica que le es imprescindible la obtiene mediante el
estudio de la bibliografía respectiva y, más concretamente, en las sesiones
científicas de las asociaciones psicoanalíticas, así como por el contacto
personal con los miembros más antiguos y experimentados de las mismas. En
cuanto a su experiencia práctica, aparte de adquirirla a través de su propio
análisis, podrá lograrla mediante tratamientos efectuados bajo el control y la
guía de los psicoanalistas más reconocidos. Dichas asociaciones deben su
existencia precisamente a la exclusión de que el psicoanálisis ha sido objeto
por la Universidad. Es evidente, pues, que seguirán cumpliendo una función útil
mientras se mantenga dicha exclusión.
Nota 447
2)
En lo que a la Universidad se refiere, la cuestión se reduce a verificar si en
principio está dispuesta a reconocer al psicoanálisis alguna importancia en la
formación del médico y del hombre de ciencia. De ser así, tendrá que resolver
la manera de incluirlo en el conjunto de su enseñanza. La importancia del
psicoanálisis para la formación médica y universitaria se basa en lo siguiente:
a) Con justa razón en los últimos decenios
se ha criticado la formación del médico por orientar unilateralmente al
estudiante hacia la anatomía, la física y la química, dejando de señalarle, en
cambio, la importancia que poseen los factores psíquicos en las manifestaciones
vitales, en la enfermedad y en el tratamiento. Tal laguna de la formación
médica se hace sentir más tarde como un flagrante defecto en la actuación
profesional, que no sólo se expresa en la falta de todo interés por aquellos
problemas que son precisamente los más interesantes en la existencia del ser
humano, sea sano o enfermo, sino que también entorpece la acción terapéutica
del médico, al punto de que el enfermo se mostrará más susceptible a la
influencia de cualquier curandero o charlatán.
Tan
sensible defecto de la enseñanza indujo hace ya bastante tiempo a incorporar
cátedras de psicología médica en los planes de la misma, pero mientras los
cursos dictados se basaron en la psicología escolástica o en la experimental
-dedicada a un enfoque sólo fragmentario-, no podían satisfacer las necesidades
planteadas por la formación del estudiante ni podían librarle acceso a los
problemas de la vida y de su profesión. Por tales razones dichas formas de
psicología médica no lograron mantener su plaza en los planes de enseñanza. La
creación de una cátedra de psicoanálisis, en cambio, bien podría responder a
estas demandas. Antes de exponer el psicoanálisis mismo sería necesario un
curso de introducción dedicado a tratar las relaciones entre la vida psíquica y
la somática, fundamento de cualquier tratamiento psíquico, a enseñar todas las
formas de la terapia sugestiva, demostrando que, en última instancia, el
psicoanálisis constituye el término final y culminante de toda psicoterapia. En
efecto, comparado con todos los otros sistemas, el psicoanálisis es el más
apropiado para transmitir al estudiante un conocimiento cabal de la psicología.
b)
Otra de las funciones del psicoanálisis consiste en ofrecer una preparación
para el estudio de la psiquiatría. En su forma actual ésta tiene un carácter
meramente descriptivo, pues sólo muestra al estudiante una serie de cuadros
clínicos y lo faculta para distinguir entre ellos los que son incurables o los
que revisten peligrosidad social. Su única vinculación con las demás ramas del
saber médico reside en la etiología orgánica y en las comprobaciones
anatomopatológicas, mientras que no facilita la menor comprensión acerca de los
hechos observados. Sólo la psicología profunda puede suministrar tal
comprensión. En la medida de mis informaciones, en Estados Unidos ya se ha
reconocido que el psicoanálisis -primer ensayo de psicología profunda- aborda
con éxito dicho sector aún irresuelto de la psiquiatría. Por consiguiente, en
muchas escuelas médicas de dicho país díctanse cursos de psicoanálisis como
introducción a la psiquiatría. La enseñanza del psicoanálisis habría de
desarrollarse en dos etapas: un curso elemental, destinado a todos los
estudiantes de medicina, y un ciclo de conferencias especializadas, para
médicos psiquiatras.
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